16 de marzo de 2014

Comentarios finales sobre True Detective


Creo que hablo por la mayoría al decir que True Detective fue todo un suceso televisivo, el oscuro y largo viaje de Rustin Cohle y Marty Hart ha culminado en lo que para muchos será una de las mejores series jamás hechas de todos los tiempos, con solo 8 episodios Nic Pizzolatto se ha proclamado como uno de los gigantes en la televisión contemporánea.

La palabra que resume a True Detective (y quizá la que más se repita en este post) es oscuridad, cuando conocemos la bizarra personalidad de Rust, "Creo que la conciencia humana es un trágico desliz en la evolución humana..." "...Somos criaturas que no deberíamos existir por ley natural", una persona con un trágico pasado, lleno de muerte, drogas y una fuerte actitud de banalidad por la vida misma (y con cierta razón).

El Yang es Marty, un hombre que lo tiene todo: una fiel y sexy esposa (Michelle Monaghan), dos hermosas hijas, en pocas palabras: una vida envidiable, aunque la oscuridad también lo ha encontrado y frecuentemente lo veremos cometiendo adulterio con alguna cachonda y guapa joven.

Desde ese punto de vista, el buen Marty termina siendo un bastardo hijo de puta, a pesar de no parecerlo, siendo este un interesante giro con el que empezamos a ver a Rust con mejores ojos que al principio de la serie, todo esto mientras el misterio de los asesinatos va cobrando forma a lo largo de los 8 episodios. 

McConaughey tiene asegurado un Emmy, eso es innegable, al final de cuentas es el chico bueno de la película pero presentado de una forma mucho más corrompida y compleja de lo que uno esperaría de un detective americano, Nic Pizzolatto apostó por algo único que se escapa de todo convencionalismo cuando se trata de encasillar a Cohle, anti-héroe probablemente sea la palabra más adecuada.

El episodio final está repleto de tensión, oscuridad (otra vez, sí) y hasta un pequeño toque de incesto que enriquecen de una manera brutal al personaje de Errol (el verdadero asesino), interpretado majestuosa y perturbadoramente por Glenn Fleshler.

El diseño de producción es simplemente aterrador, el túnel en el acto final parecería algo sacado de la mente de Guillermo del Toro o Tim Burton, como si Cohle hubiera encontrado el origen de la oscuridad, mientras se adentra al epicentro de la maldad pura.

En resumen, True Detective es una serie de culto que seguramente trascenderá en los años por venir y será un referente para cualquier director que busque producir material de calidad para un público más adulto.